Si
bien, cualquiera que me conozca sabe que almaceno más de 50 pares de
zapatos. Adicción podrían pensar algunos,carencias en algún
sentido de su vida, tontería profunda pensaran otros, pues quizás
habitualmente solo utiliza 4 o 5 pares de esas más de 50 maravillas
que atesora en todos los rincones de su habitación.
Es
posible que alguno de ellos tenga razón y sea cierto pero lo que sé
es que hace tiempo que descarté lo de la adicción.
Hoy
en día definimos adicción como cualquier actividad donde la persona
en sí no puede controlar su comportamiento y lo lleva a comportarse
de manera compulsiva y perjudicial para su propia vida. Y queridos si
hay algo que no hacen mis zapatos es perjudicarme en absoluto, bueno
podríamos discrepar según que noche, pero sarna con gusto no pica.
Según
el último estudio del Centro de Investigación de Informes del
Consumidor de Estados Unidos, la mujer occidental cuenta con 19 pares
de zapatos de media (yo nunca he sido de las que sigue al rebaño de
ahí que no entre en la media). Cada año, las mujeres compran unos
cuatro pares nuevos –cinco en el caso de las españolas, según el
último 'Informe del consumidor y la distribución de calzado'–, y
si viven en pareja, suelen ocultar, al menos, uno de ellos a su
marido.
Pues
últimamente, me he fijado que ha venido pisando fuerte una tendencia
que muchos denominan “kitten hells”, esos taconcitos ( por
llamarlos de alguna manera) que tienen una medida imposible. Vamos
que no son tacones ni son nada. A mi nunca me gustaron las medias
tintas, y si te pones tacones: te pones unos buenos tacones, y si vas
planas vas más mona que un ocho con tus fantásticas bailarinas o
tus preciosos “blucher”, pero tacones medios no por favor no!
Que
entiendo que la comodidad puede llevarte a querer lucirlos, y quizás
observar a Audrey hepburn lucirlos con esa clase te pueda hacer
querer imitarla. Pero señoras seamos realistas esos tacones los ha
creado el mismísimo Satanás, solo pueden quedarles bien a
patilargas como Gisele Bunchen o a mujeres como Angelina Jolie que ya
tiene a Brad Pitt y se cachondea de nosotras abiertamente luciendo
esos zapatos y conservando al buenorro de Brad.
Así
que sin alargarme mucho más diré que esta aprendiz de moderna no
piensa seguir la tendencia de zapatos de tacón medio, entiendo y
respeto que las autenticas modernas sacrifiquen su buen gusto por la
moda pero desde aquí esta chica se niega en rotundo.
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